Desde el refugio de Malga Erera, se toma el sendero
CAI nº 851, que asciende por la ladera izquierda del Fosso di Brendol hasta la
Forcella dell'Omo (1983 m.s.n.m.).
Aquí comienza el tramo más impenetrable de todo el recorrido, con 2 km en
constante exposición, en los que son indispensables la seguridad y la ausencia de vértigo.
El sendero se convierte en una pista cada vez más estrecha en la que no está permitido el más mínimo error.
En verano, cuidado con la hierba alta, que se convierte en otro factor de peligro.
Hacia la mitad de esta ruta expuesta, también hay un tramo cuesta arriba con cuerdas fijas para facilitar la superación de un desnivel rocoso. No se trata de una vía ferrata,
sino de unos diez metros de cuerda fija donde uno puede autoasegurarse.
Al final del tramo más expuesto,
el sendero 851 se une con el 806, que sube desde el fondo del valle, y se llega a la meseta de la
Casera Cimonega (posible refugio de emergencia, 300 metros más arriba, el vivac Feltre - Walter Bodo puede ser una buena parada para pasar la noche con agua cerca).
Desde allí, subir hacia el oeste por débiles senderos a lo largo de la empinada ladera que conduce a la silla de hierba del
Col dei Bech (1960 m).
Desde aquí, se desciende por la pintoresca senda del
Caserín, señal CAI 801, hasta una altitud de 1750 m, donde poco a poco se empieza a subir de nuevo hasta la muesca que divide los dos picos del Sass de Mura, donde se suele encontrar agua.
Tras pasar algunos saltos de roca con pasos equipados, se
llega al Collado de Mura (1867 m), que interrumpe el camino del Caserín y abre una vista majestuosa del valle del Alvìs y de la cuenca del Néva. Desde aquí se desciende rápidamente hasta el
refugio Bruno Boz.